Derechos del inquilino de un local comercial

El contrato de arrendamiento de un local comercial es un acuerdo legalmente vinculante que establece los términos y condiciones bajo los cuales un inquilino puede utilizar un espacio para llevar a cabo sus actividades comerciales.

En el contrato de alquiler, el propietario del inmueble se llama arrendador, y el inquilino se llama arrendatario. Aquí te presentamos una guía sobre los derechos del inquilino de un local comercial en España:

  1. Derecho de posesión.

    El inquilino tiene el derecho fundamental de poseer y utilizar el local comercial para llevar a cabo sus actividades comerciales. Este derecho está respaldado por la Ley 29/1994, que establece que el arrendamiento de locales comerciales permite el ejercicio de actividades industriales, comerciales o de enseñanza con fines lucrativos.

    Según el acuerdo del contrato, el inquilino también puede residir en el local, lo cual no altera la naturaleza del contrato de arrendamiento comercial.

  2. Cesión y subarriendo.

    El inquilino tiene la facultad de ceder o subarrendar el local comercial, siempre y cuando obtenga el consentimiento previo del arrendador. En caso de subarriendo parcial, la renta puede aumentar hasta un 10%, mientras que en el caso de subarriendo total o cesión del contrato, el incremento puede ser de hasta un 20%.

  3. Indemnización por no renovación.

    En caso de que el arrendador decida no renovar el contrato de arrendamiento, el inquilino tiene derecho a una indemnización. Este derecho se aplica especialmente cuando el inquilino ha estado ejerciendo una actividad comercial en el local durante un período prolongado, generalmente los últimos cinco años. La indemnización puede variar dependiendo de diversos factores, como la duración del contrato y las condiciones específicas del arrendamiento.

  4. Pago de la renta.

    La renta es la cantidad que el inquilino abona al arrendador por el alquiler del local.

    La renta se pacta libremente entre las partes y normalmente se paga mensualmente por adelantado. Es importante tener en cuenta que el arrendador no puede exigir el pago anticipado de más de una mensualidad de renta.

    Además, la actualización de la renta se realiza de acuerdo con la variación del Índice de Precios al Consumo (IPC). Esta actualización se comunica al inquilino y entra en vigor a partir del mes siguiente a la notificación del arrendador.

  5. Fianza.

    Al firmar el contrato de arrendamiento, el inquilino debe entregar una fianza equivalente a dos mensualidades de renta. Esta fianza se utiliza como garantía en caso de daños causados al local o incumplimiento de las obligaciones contractuales por parte del inquilino. Al finalizar el contrato, la fianza se devuelve al inquilino si el local se encuentra en buen estado.

  6. Obras en el local.

    El inquilino y el arrendador tienen responsabilidades específicas en cuanto a las obras realizadas en el local comercial.

    El arrendador está obligado a realizar las obras de conservación necesarias para mantener el local en condiciones adecuadas de uso. Por otro lado, el inquilino es responsable de realizar pequeñas reparaciones derivadas del uso ordinario del local.

  7. Venta del local arrendado

    Cuando el propietario decide vender el local arrendado, el inquilino tiene derechos específicos. Tiene derecho de adquisición preferente, lo que significa que el propietario debe ofrecerle la oportunidad de comprar el local antes de venderlo a terceros. 

¿Cuánto tiempo se le da a un inquilino para desocupar un local comercial?

El tiempo que un inquilino lleva ocupando un local comercial puede otorgarle ciertos derechos al momento de renovar el contrato de arrendamiento.

En España, si el inquilino ha ocupado el establecimiento comercial de manera consecutiva durante al menos dos años, tiene el derecho de solicitar la renovación del contrato al vencimiento del mismo. Sin embargo, este derecho tiene algunas excepciones que deben tenerse en cuenta:

  • Si el inquilino no ha cumplido sus obligaciones contractuales.

  • Si el inmueble necesita ser reconstruido o reparado con obras que requieran su desocupación.

  • Si la construcción actual debe ser demolida debido a su estado de ruina o si se trata de la construcción de una nueva obra.

  • Si el arrendador necesita el inmueble para su uso personal o para ubicar un negocio diferente al del inquilino.

En caso de que cualquiera de estas circunstancias se presente, el inquilino tiene derecho a ser desahuciado con un mínimo de seis meses de anticipación al vencimiento del contrato. Si no se notifica de esta manera, se entenderá que el contrato ha sido renovado por un período igual.

Además, en situaciones donde el inmueble se arrienda nuevamente después de ser reconstruido o reparado, el inquilino tiene derecho a tener preferencia en el alquiler sobre otras personas en circunstancias similares.

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